“Redar es un espacio en donde los jóvenes de distintas regiones del país se unen con el fin de compartir un diálogo de saberes, en el que se vislumbra las realidades que viven, sus expectativas y sueños, además de las propuestas que se plantean para mejorar esas realidades. Y todo esto se hace en una gran pesca”
Redar es una apuesta profunda por el diálogo de saberes, en donde todos y todas, adultos y jóvenes, acompañantes y participantes, compartimos nuestro saber y lo ponemos en diálogo con los demás. De allí surgen conocimientos que buscan potencializar y articular los procesos que los y las jóvenes lideran en sus territorios.
El territorio del otro es también mi territorio.
Una partecita de nuestro territorio personal para alimentar nuestro árbol – territorio colectivo.
La foto del recuerdo en el hermoso árbol florido del Colegio San José en Barranquilla.
Nuestro territorio personal es espiritual, corporal y marcado por la memoria.
REDAR es compartir la vida, reír y alegrarnos juntos y juntas.
El territorio del otro es también mi territorio.
Nuestras comidas al aire libre, con el debido distanciamiento social 😉.
Nuestro árbol – territorio colectivo, construido con los territorios personales (silueta) de cada una y cada uno.
Una partecita de nuestro territorio personal para alimentar nuestro árbol – territorio colectivo.
Dinámica de reconocimiento, antes de la primera actividad del viernes.
Construimos nuestra Red, ofreciendo nuestra pesca personal y comunitaria. La palabra circuló y escuchamos nuestros aprendizajes.
Oración de la mañana. Sentir en nuestros cuerpos el sol de la mañana, el aire fresco que viene del mar y los sonidos de la naturaleza.
Listas y listos para el cine foro.
Decoramos los cofres donde guardaremos nuestra pesca. Llenamos de color nuestra propia vida.
La construcción de paz territorial pasa por nuestro cuerpo; por nuestro propio territorio.
Nuestro territorio personal es espiritual, corporal y marcado por la memoria.
La cajita que acompañó a cada uno de los participantes del encuentro presencial. Allí guardaron su pesca, sus sueños y sus creaciones.
Nuestro territorio personal es espiritual, corporal y marcado por la memoria.
Compartir la vida; Compartir de la pizza.
Nuestros cuerpos que son territorio, memoria, espiritualidad.
“Manos que abrazan a la esperanza”
Para conocernos, a veces hay que ser muy rápidos.