Stefany Herrera (COL) – Brad Mills S.J. (USA)
Equipo facilitador PADIS+ Colombia

El año pasado, Wilmer, un joven de 24 años, llegó con dudas y algo de miedo a un retiro con la Red Juvenil Ignaciana (RJI). Duró varios años fuera de la Iglesia y alejado de su fe. A sus 19 años, escuchó del sacerdote de su parroquia que hay algunos pecados muy graves que no merecen ser aceptados en la comunidad eclesial, entre ellos la homosexualidad. Cuando Wilmer tenía 20 años, dijo a sus papás que era gay. Ellos insistieron en que asistiera a un retiro de un grupo tradicionalista –al cual fue– donde le inculcaron que tendría que “renunciar” a su orientación sexual para merecer el favor de Dios. Se sintió perdido y confundido. Después de un tiempo tormentoso, se alejó de su familia y nunca regresó a la Iglesia.

Cuatro años después, una amiga le invitó con entusiasmo a participar en un retiro de jóvenes organizado por la RJI. Algo en la alegría y amor de su invitación le llamó la atención. Le hizo recordar su propio anhelo por Dios, que había sido enterrado por varios años. Decidió aceptarla. A partir de esta experiencia, Wilmer relata que los Ejercicios Espirituales de San Ignacio cambiaron su forma de estar con Dios. Ya no fue un Dios de reglas y normas, sino que encontró a un Dios mucho más cercano. Sintió su amor como una realidad cercana a la suya. En marzo de 2020, la RJI inició la PADIS+ (Pastoral de la Diversidad Sexual), un proceso surgido desde el reconocimiento del bautismo y la fe de muchos jóvenes cristianos LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis, intersexuales y queer), como un deseo de compartir en comunidad, viviendo a plenitud su vocación cristiana hacia el servicio de los demás inspirados en la espiritualidad ignaciana. Existen personas LGBTIQ+ que constantemente viven con la experiencia de ser juzgadas como pecadoras y no son acogidas dentro de la Iglesia. James Martin S.J. describe que:

Personas LGBT
han sido despedidas de su trabajo en instituciones católicas, sacerdotes les han negado la
Eucaristía, se han sentido excluidos y excluidas por los discursos de obispos que insisten en su
condición de pecado y han sido víctimas de odio explícito por ser abiertos a su comunidad de fe
sobre su orientación sexual o identidad de género

En consecuencia, muchas personas llegan a pensar que la Iglesia Católica es una institución no inclusiva y discriminatoria. Por ello, éstas deciden retirarse de la Iglesia e, incluso, abandonar la fe cristiana para evitar el dolor de sentirse rechazadas. Se espera que la PADIS+ aporte a la transformación de esta realidad de alejamiento y exclusión y que encuentren en ella un espacio de conocer a profundidad el amor incondicional de Dios.

De igual manera, nos anima en la PADIS+ aportar a la construcción de paz en Colombia. Nos inspira el sueño de alcanzar la paz, la reconciliación y la justicia desde el reconocimiento de la diversidad. Buscamos horizontes que nos permitan encontrarnos con el otro, con la otra, con el mundo, desde el propio ser, dando apertura a la inclusión y a la riqueza de la diversidad. Detrás
de este deseo se encuentra la necesidad de reconocernos partiendo del amor que sanciona todo tipo de violencia, exclusión y discriminación, que nos ubica como sujetos de derechos partícipes en la creación de un futuro esperanzador.  Ante esa realidad y desde una perspectiva de fe, PADIS+ es una comunidad cristiana que participa desde todo el ser, incluyendo orientaciones sexuales e identidades de género, en la construcción de un Reino incluyente y no violento. Responde a la propuesta de la Palabra: “si nosotros nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor llega a nosotros en su perfección” (1 Juan 4:12). De esta manera, PADIS+ se convierte en testimonio de vida en medio de contextos de muerte y violencia, donde, según las cifras de Colombia Diversa, “en el periodo de 1993 al 2020 hubo 2.013 víctimas de violencia hacía la población LGBTIQ+ en el país” 3 . Frente a estos hechos necesitamos promover espacios que permitan acciones más colectivas y solidarias, mitigando así la violencia, a partir de una espiritualidad que nos impulsa a un servicio transformante desde un amor concreto. Así, PADIS+ busca ser parte de la construcción de una Iglesia y sociedad de paz y sin discriminación, en donde se ponga en práctica el amor incondicional de Dios. El centro de esta misión consiste en el acercamiento del mensaje liberador del Evangelio. En este sentido, un miembro de PADIS+ ofreció esta reflexión sobre la historia de la mujer adúltera en Juan 8, 1-11: “La mujer se había identificado con lo que pensaba que era, según lo que dice la sociedad. Pero la esencia de lo que ella era se restauró en su encuentro con Dios. Se encontró consigo misma, y se dio cuenta de que ella no era lo que el mundo decía, y que es hija amada de Dios”. Si la Compañía de Jesús en Colombia y la Iglesia Católica van a poner en práctica la llamada del papa Francisco a ser una “Iglesia en Salida” que llega a todas las fronteras del mundo –lugares que más necesitan saber del mensaje liberador del Evangelio– espacios como PADIS+ son fundamentales. Todos somos hijos e hijas amados por Dios. La acogida tierna de Dios se extiende a toda persona, todos estamos llamados a conocer profundamente esta realidad en nuestro interior, y después extenderla a los demás.

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