Sofía Rendón – Antioquia

“ReDar fue una experiencia maravillosa, ya que conocí a muchas personas líderes o que tienen procesos juveniles en el país, en donde aprendí mucho de ellos, tanto de los participantes y acompañantes. Me encantaron los días presenciales ya que se logró una unión personal, en donde las risas no faltaron, las actividades me enriquecieron mucho como persona.”

Susana – Antioquia

“Para mi, ReDar fue una experiencia llena de aprendizajes en donde no solamente me ayudó a encontrar una espiritualidad dentro de mí, sino al ver otras espiritualidades en otras personas, y que aún así, me sentí super identificada. También me gustó mucho el ver no sólo entre nosotros, sino cómo el territorio afecta mucho en esta espiritualidad, y así poder saber cómo podemos ayudar a otras personas de aquello de lo que aprendimos con ReDar”

Isabela Chavarría – Antioquia

“Andaba un 16 de julio a las 7:30 de la mañana atareada por llegar al colegio San Ignacio, el encuentro con mis compañeras de Redar, más Nico. Al ir en metro todo se hacía drástico, sentía la mirada de todos encima mío pero al final todo salió bien y terminé por llegar al San Ignacio sana y salva.

Allí conocí a mis compañeras, muy agradables por cierto, todo se llenaba cada vez más de confianza y de seguridad, el establecer una comunicación y un lazo formativo, en todas las actividades sentir la empatía de cada uno era maravilloso, un hogarcito, al almorzar se sentía más la química con cada uno y esos lazos afectivos con mis compañeras, el hacer las actividades y el poner un poquito de locura. El día pasó y el otro día seguía  transcurriendo con pequeños acontecimientos inolvidables y hasta locos, pero siempre con positivismo, que es algo que puedo reconocer de Redar, nada fue negativo, cada uno de los que hacíamos parte de él encuentro tenía una galaxia en su mente. Ese mismo día llegaron dos formadoras más, y que hijuemadres para aportar, definitivamente si pudiera decir cual de los tres días fue el mejor, sería el segundo, definitivamente Redar es un caminito por recorrer y por conocer, pero unos bacanos, se recordó, se compartió, se transmitió paz y amor, y aquí rememoro lo que para mi fue Redar y la ironía que es llegar a un lugar con miedo y después sentir como si estuvieras toda tu vida ahí.”

Alejandra María Serrano – Bogotá

«ReDar ha sido una experiencia muy bonita virtual y, tenía mucha emoción de saber cómo irá a ser presencial la experiencia Bogotá – Suacha, conocer a las personas más allá de la cámara, a los facilitadores y también poder dejarme sorprender de qué iban hacer, y ha estado muy chevere, estoy muy feliz.»

Alejandra María Serrano – Bogotá

«En ReDar estoy en la parte de Espiritualidad y Territorio, y he tenido muchos aprendizajes pero, lo más importante que he logrado interiorizar ha sido como esa conexión que tiene el Territorio con mi Espiritualidad porque nunca me había puesto a pensar como que el Territorio va mucho más allá de un espacio físico y, que la Espiritualidad está completamente ligada a eso, como que a partir de mi cultura, de las personas con las que vivo, de mi familia, 

la religión que hay en mi familia, en mi país, ahí es donde se va formando mi Espiritualidad, a partir de mis vivencias, de mi colegio, de mi universidad, de absolutamente todo lo que soy, mis errores, mis cosas positivas y, eso es el Territorio, porque a veces veía el Territorio algo como un poco más lejos pero, el Territorio ha sido esto, soy yo, es esto que ven aquí, es nuestro país, es también un montón de cuerpos que juntos van construyendo un territorio más grande y, eso está completamente trazado por la Espiritualidad, por lo que nos mueve internamente, por eso que nos hace tener ganas de todos los días salir adelante ó buscar hacer lo que nos gusta o lo que nos apasiona, por eso creo que ha sido mi mayor aprendizaje. También me ha hecho repensarme en muchos aspectos acerca de la Espiritualidad, del cómo puedo a partir de ella, construir nuevos territorios o aportar a nuevos territorios a partir de mi espiritualidad, de lo que soy y también dejándome deconstruir por esos otros territorios que están aquí al lado mio, con los que estoy conviviendo internamente y externamente.»

Paula Alejandra Dueñas – Bogotá

«Para mi ReDar ha significado muchas cosas con este proceso que hemos llevado debido a que siento que como joven puedo construir algo para otros jóvenes. Esto me ha hecho sentirme un poco más aliviada con todo lo que ha pasado en el contexto colombiano. Me ha hecho sentirme un poco más relajada, al sentir que puedo aportar algo, así no sea la gran cosa o el super cambio pero, siento que me estoy aportando a mi como joven el permitirme vivir estos espacios y así mismo el poder vincular a otros jóvenes, ayudar a otros jóvenes a partir de esto. Entonces siento que, ReDar me ha ayudado tanto a aprender cómo a poder alivianar y soltar muchas cosas.»

Paula Alejandra Dueñas – Bogotá

«La Escuela de ReDar me ha permitido decantar esas emociones a raíz del Paro Nacional, de la situación donde los jóvenes salen de sus casas y no vuelven, el cual, el hecho de construir país, el hecho de construir paz, va muy desde la memoria, en el que nosotros como jóvenes nos apropiamos de nuestra historia y queramos que eso no vuelva a suceder, queramos construir 

y abrir un espacio dentro de nuestras comunidades, que nos permitan vivir en paz, no necesariamente sería evadir el conflicto o los problemas, sin embargo, es el permitirnos que como jóvenes entremos en el diálogo y en el reconstruir la memoria a partir de diversas cosas como, el arte, la pintura, la danza. Como nosotros nos reconciliamos con nosotros mismos, con otros y perdonamos a otros, porque siento que el contexto del paro nacional han sucedido diversas cosas que nos han generado mucha tristeza y odio, el hecho de que un joven no vuelva a su casa, que una madre tenga que llorar a alguien que ni siquiera se sabe si esta vivo o muerto. Ese tipo de cosas siento que, nos hacen sentir muy agotados y considero yo que, algo que nos falta es como esa reconciliación, perdón. Y que va de la mano con lo que nos ha permitido vivir esta experiencia de ReDar, el vivirla nos hace reconocer el hecho de que necesitamos de otros para poder reconciliarnos y sanar cosas que nos cuestan.»

Andrés Banda – Caribe

“Me siento muy agradecido con la experiencia de ReDar porque pude profundizar mis conocimientos acerca de Memoria y Verdad en el Territorio, más en la región Caribe que ha sido tan golpeada por la violencia. Y allí pudimos de cierta manera integrarnos nosotros y poder valorar un poco más de donde venimos, lo que somos, lo que nos hace. Toda esa esencia se plasma cuando conocemos también un poco de historia buena y mala, que a la final de eso se trata Memoria y Verdad en el Territorio. El hecho de habernos reunido, haber podido viajar, haber podido compartir en una experiencia muy gratificante, que le recomiendo cualquier persona, porque además nos va ayudar a hacer un aporte al país que, Colombia está necesitando muchísimo. Muchas gracias”

– Eje Cafetero

“Para mi ReDar significó unión, aprender a conocer mi lugar, reconocer mis creencias, saber de dónde vengo y apropiarme de mi territorio.”

Karen Morales – Magdalena Medio

“ReDar para mi significó reconocer mi entorno de manera crítica y mejorar de cierta manera la convivencia con mis compañeros, mejorar en el sentido de, comprender las diferentes realidades de cada uno, que somos distintos y que eso nos hace únicos, en donde debemos valorar las diferencias porque nos permiten más que generar un conflicto, nos permiten generar herramientas hacer cambios, crear algo nuevo y al mismo tiempo, abrir nuestra mente a algo diferente.”

Javier – Nariño

«Para mi, participar en ReDar, fue una experiencia realmente inolvidable, es una experiencia totalmente reconfortante, ya que te ayuda a descubrirte, a entenderte, a entender que todos somos parte de un territorio, en el que todos desde lo más pequeño hacemos base para una construcción social de nuestro territorio. Claro está que si hay heridas, pero también hay curas para sanar esas heridas, cada uno de nosotros desde lo más pequeño hasta lo más grande aportamos a nuestro Territorio. También, es importante descubrir nuestro pasado para ponerlo en marcha en el ahora, somos todos una construcción social hacia un futuro grande. ReDar, me enseñó también a ser un líder positivo que entiende, escucha a sus demás participantes. Simplemente ReDar es una experiencia que todos quisieran vivir.»

Valeria – Nariño

ReDar fue una experiencia nueva, un espacio de intercambio de culturas, saberes, perspectivas, ambiente, prácticas y experiencias, para empezar también a recordar, a remembrar lo que uno ha venido construyendo como territorio e individualmente también. Es ser consciente de esa historia que tenemos individual y de está región en la que habitamos, pero más allá de ese espacio que se nos ha brindado para poder ser, para poder desde ello avanzar y contribuir al otro, saber que el otro tiene algo que ofrecer y que nosotros tenemos algo que ofrecer también. 

Y así, entre esos vínculos e intercambios que se dan, de saberes y experiencias, empezar a forjar conocimientos, nuevas prácticas, empezar a replicar estos espacios en diferentes circunstancias, para hacer más conscientes a muchas más personas del cuidado de sí mismas, del cuidado del Territorio y de esa introspección que nos hace valiosos a cada uno de nosotros, porque desde lo que somos, desde ser conscientes de lo hemos venido aprendiendo y deconstruyendo, de la perspectiva del mundo y del contexto donde vivimos, podemos empezar desde el mensaje de la verdad a transmitir en cada una de las personas con nuestras actividades, poder dejar esa semilla de crecer y de mutar en diferentes espacios, sin olvidar lo que el Territorio nos ha brindado, sin olvidar lo que hemos sido y lo que seremos, eso que nos proyectamos, esos objetivos que tenemos como territorio e individualmente también. Y así mismo creo que, la experiencia ReDar fue un espacio para poder ser conscientes que desde lo que hay, hay que empezar a mejorar.

Danilo – Santander

«Amigos de ReDar, les cuento que para mi la experiencia significó muchísimo, no solo lo que me enseñaron o lo que es en general el aprendizaje de ReDar sino que va más allá, las personas, las conexiones que me hicieron hacer conmigo mismo y con los demás. Por ejemplo, yo tenía muy olvidado mi parte espiritual, porque en sí no tengo una creencia, y ReDar me ayudó mucho a conectar con esa parte mía y entender mejor el Territorio, mis raíces, de donde vengo. En general, ha sido una experiencia que me ha abierto mucho los ojos en cosas que no creía tan significativas y que resultaron serlo.»

Yuli Paulina  –   Valle-Pacífico

Mi experiencia en ReDar fue muy bonita, conocí personas de otras ciudades, sus conocimientos, vivencias, personas que me ayudan a ser mejor cada día, que me inspiran a seguir fortaleciendo mis habilidades y a seguir trabajando por los niños, niñas y jóvenes del país.